
Investigadores del Instituto ai2 de la UPV investigan cómo pueden ayudar los sistemas de realidad virtual y realidad aumentada a determinar la pérdida de memoria espacial en pacientes con COVID persistente. Según diversos estudios previos, los síntomas neurológicos que acompañan a esta dolencia pueden afectar a la memoria visoespacial, es decir, aquella basada en memorizar información visual y de referencias espaciales, vital para la localización de objetos y para recordar la ubicación de estos en el entorno.

En este sentido, los investigadores del ai2 trabajan ya en adaptar tres sistemas de realidad virtual y aumentada desarrollados para la evaluación de la memoria de localización espacial y el uso de estímulos visuales y olfativos para su uso en pacientes con COVID persistente. El objetivo es determinar, en última instancia, si los pacientes con esta dolencia tienen un rendimiento de memoria visoespacial significativamente menor al de personas sin esta patología, extraer resultados en cuanto a edad y género, y ponerlos a disposición de los sectores que puedan beneficiarse de dichos datos.
El proyecto, que arrancó a principios de 2022 y en el que también participan la Universidad de Zaragoza y la Universidad de Oviedo, se está realizando en colaboración con el Colectivo COVID persistente de la Comunidad Valenciana, el Colectivo de Afectados por COVID Persistente de Asturias y el Colectivo LONGCOVID Aragón.
Oculus Quest y test con estímulos olfativos
Los tres diseños en los que está trabajando el equipo formado por las investigadoras Mª Carmen Juan (ai2-UPV), Magdalena Méndez-López (Universidad de Zaragoza) y Marta Méndez (Universidad de Oviedo), entre otras, son: un sistema de realidad virtual con Oculus Quest 2 para testar la memoria visoespacial, un sistema de realidad aumentada que ayuda a recordar dónde se ubicaban ciertos elementos a partir de estímulos olfativos. Y, por último, un test de Corsi, que consta de un tablero virtual con cubos, un test estándar para el que ahora el equipo del ai2 ha desarrollado una versión que se puede ejecutar en ordenadores personales u online.
María Carmen Juan, investigadora principal del proyecto, explica que “los tres sistemas se testarán en pacientes con COVID persistente y personas sin esta patología. Se espera que participen en el estudio más de un centenar de individuos”.
El proyecto es uno de los tres concedidos a la Universitat Politècnica de València por la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital en el marco de las ayudas urgentes para proyectos de investigación, desarrollo tecnológico e innovación por la COVID-19.