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Desembarco en el ai2 de talento joven y en femenino

Desembarco en el ai2 de talento joven y en femenino

Desde una graduada en Ingeniería Aeroespacial hasta una diseñadora de videojuegos licenciada en Bellas Artes. Los laboratorios del ai2 han dado la bienvenida recientemente a cinco jóvenes investigadoras con perfiles muy diferentes. Raquel, Patricia, Gala, Laura y Clara trabajarán en sistemas eléctricos renovables, drones para la recolección de frutos silvestres en Finlandia, robots humanoides e interfaces educativas para niños con diabetes tipo 1.

Raquel Arias se incorporó al laboratorio de Tecnodiabetes del Instituto de Automática e Informática Industrial hace cuatro meses. Llegó con un perfil completamente nuevo: licenciada en Bellas Artes por la propia UPV y especializada en ilustración y diseño de interfaces. Desde esta experiencia, su labor en el ai2 se centra ahora en ilustrar y diseñar recursos electrónicos destinados a educación diabetológica de niños con diabetes tipo 1. “Es un proyecto con varios frentes y esta variedad me resulta interesante porque cada semana puedo realizar actividades bastante diferentes dentro del campo del diseño y la ilustración”, comenta la investigadora.

Resolver problemas “reales”

En el mismo laboratorio que Raquel trabaja desde hace pocos meses Clara Benlloch (ambas, en la imagen). Tiene una perfil completamente diferente pero un objetivo muy similar: investigar entorno a recursos para niños con diabetes tipo 1. Benlloch es graduada en Física por la Universitat de València y máster en Ingeniería Computacional y Sistemas Inteligentes por la Universidad del País Vasco. Desde noviembre trabaja en el proyecto EMPOWERCHILD con un equipo encargado de programar un robot humanoide con el que los niños podrán interactuar en sesiones formativas y aprender con él sobre la enfermedad. “Quería aplicar al ‘mundo real’ lo aprendido en el máster y en la carrera. Tuve enseguida interés en este proyecto, ya que tiene aplicaciones directas a un problema actual”, comenta.

Las dos jóvenes investigadoras son una clara muestra de la mezcla de disciplinas que interactúan en los laboratorios del ai2, pero Raquel y Clara no son las únicas mujeres que se han incorporado al instituto recientemente.

Laura Smith (en la imagen) es ingeniera aeroespacial y máster en Aeronáutica por la UPV. Ya realizó en el ai2 tanto su TFG como su TFM, centrados ambos en el campo de los drones. Ahora, se ha incorporado al proyecto europeo FEROX, cuyo objetivo es ofrecer asistencia a los recolectores de frutos silvestres en bosques finlandeses mediante el uso de drones y otros robots, inteligencia artificial y análisis de datos.

La llegada de talento joven y en femenino al Instituto ai2 no se acaba aquí. Patricia Penadés y Gala Navarro (más abajo, en la imagen) se unieron al laboratorio de Energías Renovables recientemente para trabajar en el proyecto “Tecnologías para grandes sistemas eléctricos 100% renovables, del programa INVESTIGO de la Generalitat Valenciana y el Ministerio de Trabajo. Patricia es ingeniera industrial y Gala, Ingeniera Electrónica. Colaboran en la mejora de modelos existentes para la simulación de aerogeneradores y parques eólicos marinos, así como en el desarrollo de algoritmos de control de tensión, frecuencia y potencia de tipo grid-forming para parques eólicos.

Curiosidad y creatividad científica en femenino

Tras acabar su etapa académica en Suiza y pasar por la internacional Power Electronics, el contrato ahora en el ai2 supone para Patricia “un impacto real en la sociedad, ya que el instituto desarrolla tecnologías que promueven un futuro más sostenible. Además, se trabaja con diferentes disciplinas, lo que permite tener una perspectiva más amplia. También se fomenta el aprendizaje constante y la mejora continua, lo cual es clave para estar al día en el desarrollo de nuevas tecnologías”, explica Penadés.

En esta misma línea, Gala comenta que entrar en el ai2 como contratada “es una forma de ampliar y aplicar todo el conocimiento obtenido en la carrera y el máster y dar un paso más en la curiosidad científica”.

Laura Smith asegura que su contrato con el ai2 le ha ofrecido la oportunidad de incorporarse al mundo laboral “de una forma natural desde el ámbito académico. Me permite seguir utilizando mi creatividad en actividades de investigación, tanto las relacionadas con los drones, por los que he desarrollado tanto interés en los últimos años, como en nuevos ámbitos”, comenta. “Al mismo tiempo, trabajar en el ai2 me permite mantener contacto y colaborar con otras instituciones dedicadas también a la investigación y empresas de diferentes sectores, las cuales ofrecen puntos de vista adicionales a los que se puede tener en el ámbito académico sobre el desarrollo de tecnologías, permitiendo así que todas las partes crezcan más juntas que por separado”.